La arquitectura renacentista trajo consigo varios cambios significativos, enfatizando cómo se diferenció del estilo gótico a través del uso de proporciones clásicas, las cupulas y la armonía. La arquitectura no solo responde a criterios estéticos, sino también que va cambiando según las necesidades y aspiraciones de la sociedad de su tiempo.
Es fundamental reconocer que la trascendencia de la arquitectura está intrínsecamente ligada a la evolución social y cultural. Los eventos históricos, como el Renacimiento en sí, marcan cambios de paradigma que se reflejan en las edificaciones. El gótico se enfocaba mucho en lo divino y la altura espiritual, con una ornamentación brutal y organización curiosa, el renacimiento puso énfasis a lo humano, la razón y el equilibrio, ya que pues fue influenciada por los principios de la sociedad. La arquitectura renacentista es una respuesta a los ideales estéticos de la época y a una manifestación física de un cambio profundo en la forma en que los seres humanos entendían su lugar en el mundo.
Por lo tanto, la arquitectura es un espejo de la sociedad; ella evoluciona y se transforma según los eventos sociales que marcan su tiempo. Desde la incorporación de nuevas tecnologías hasta el redescubrimientos de varios principios, cada estructura renacentista nos dice de una sociedad en pleno cambio de su identidad y valores, que reflejan cambios estilísticos y cambios profundos en la percepción del mundo.
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